Hoy celebramos la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores. Hay que ver lo que le duele a una madre lo que le hacen a su hijo, ¡más que lo que le hacen a ella misma! La Virgen María sufrió y le dolió lo que le hicieron a su hijo. También estará sufriendo desde el Cielo, al ver a sus hijos que sufren aquí en la tierra. Hay personas que por estas fechas buscan qué pueden hacer como agradecimiento a la Virgen, hacen promesas de diverso tipo. Creo que lo que más agrada a la Virgen es que no sufran sus hijos, que aliviemos en lo posible su sufrimiento. No creo que le agrade mucho que aumentemos nuestros sufrimientos.
Esta noche y mañana tendremos la ocasión de celebrar sacramentalmente el perdón de Dios, por las veces que le fallamos a Él y a los demás. Dios siempre nos perdona, está siempre dispuesto a darnos una nueva oportunidad. Pero necesitamos expresar externamente ese perdón. Por eso celebramos todos juntos este sacramento.
El domingo de Ramos esperamos contar con la participación de muchos niños y mayores vestidos de hebreos y con sus ramos de olivo. Es una procesión de alegría: nos alegramos de haber conocido a Jesús de Nazaret.
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