Visita a la Iglesia Santa María




Notas sobre la crisis

COMBATIR LA DESIGUALDAD ES LA FORMA MÁS EFICAZ DE ENFRENTAR LA CRISIS

“Lidiar con la pobreza, en realidad, es la forma, más eficaz de lidiar con la crisis económica, mucho más eficaz que la estrategia de dar dinero a los bancos o a las grandes empresas. Es así como se restauran los flujos de renta, de capital, y la capacidad de tomar crédito de la población y del sistema como un todo.”
(James K. Galbraith)

Via crucis



















5º domingo de cuaresma



En aquel tiempo, había algunos gentiles; éstos, le rogaban: - Señor, quisiéramos ver a Jesús. Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: - Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.


Cada vez son más las personas cansadas de discursos eclesiásticos, sermones rutinarios y palabras vacías. Quisieran encontrar algo más vivo y auténtico. Son las palabras de una joven: «Callaos, dejaos de rollos y ayudadme a encontrar a Dios». Parecido a aquellos gentiles que se acercan a Felipe con este deseo: «Quisiéramos ver a Jesús».

A quienes están cansados de «oír a los curas» les invito a hacer una experiencia diferente. Consiste en leer despacio el Evangelio fijándose bien en qué dice y qué hace Jesús. De esta manera podrán descubrir por sí mismos a Jesucristo, la persona que ha despertado más esperanza y ha generado más amor y solidaridad que nadie en toda la historia de la humanidad.

Mucha gente se pregunta qué puede aportarnos la persona de Jesús en nuestros días. Jesús no deja a nadie indiferente. Sus palabras, sus gestos, su vitalidad y amor a la vida, su confianza total en el Padre, su manera de defender a los desgraciados, su libertad frente a todo poder, su lucha contra la mentira y los abusos, su comprensión hacia los pecadores, su cercanía al sufrimiento humano, su acogida a los despreciados, su interés por hacer más digna y dichosa la vida de todos... nos ponen ante la persona más excepcional que jamás haya existido.

Quien se acerca directamente a Jesucristo y sintoniza con él descubre todo lo que él puede aportarnos para encontrar un sentido acertado a nuestra vida, para vivir con dignidad y sensatez.

Nosotros también somos Iglesia.

Somos un grupo de catequesis de 4º. Este año hacemos la primera comunión. En el tema NOSOTROS TAMBIÉN SOMOS IGLESIA, se propone hacer una entrevista a una persona que esté en un grupo de la Parroquia. Nosotros, hemos invitado a María Pino, esta señora está en el grupo de cofrades. Nos ha contado, que es un grupo de cofrades que se reúne una vez al mes, tienen una guía que se llama PASO A PASO, que les ayuda a ir descubriendo y analizando su vida como cristianos. Nos ha contado muchas cosas y nos ha gustado mucho la catequesis. Agradecemos a María Pino que nos haya acompañado en esta catequesis. ¡Gracias,María!

San José


San José fue un “hombre justo”. La humildad define siempre la relación con su esposa y con su hijo. No le gusta el protagonismo, sino el trabajo sencillo y el servicio oculto. San José tiene la gracia de la prudencia, pondera las situaciones, da valor a lo más importante y, cuando no entiende el misterio, prefiere retirarse silenciosamente. Nada de críticas ni discusiones. San José tiene la luz de la fe. Se fía de las personas y se fía sobre todo de la palabra de Dios, aunque no entienda. Esta fe le lleva, como a María, a una obediencia difícil y comprometida. San José tiene el encanto del respeto y de la fidelidad. No entiende, pero respeta a su mujer. Para él la persona está por encima de la ley y de la sospecha. Respeta a la persona y a las situaciones. San José tiene la grandeza del amor. Un amor hecho acogida, solicitud, paciencia, generosidad y entrega. Explicado el misterio, acepta sin condiciones. El amor que sentía por María se purifica y crece. Y por el hijo se gastará del todo. La celebración de la fiesta de San José nos ofrece un ejemplo de santidad: su humildad, su fidelidad, su entrega a Dios y a la familia, nos están diciendo que ante Dios solamente son válidos estos títulos y cualidades, y no los valores que puede otorgar la sociedad en la que vivimos.

Peticiones desoidas

1. Yo le había pedido a Dios poder para ser amado...
y me he encontrado con el amor para no necesitar ser poderoso.

2. Yo le había pedido a Dios la salud para hacer grandes cosas...
y me he encontrado con la enfermedad para hacerme grande.

3. Yo le había pedido la riqueza para ser feliz...
y me he encontrado con la felicidad para poder vivir la pobreza.

4. Yo le había pedido a Dios leyes para dominar a los otros...
y me he encontrado con la libertad para liberarlos.

5. Yo le había pedido a Dios admiradores para estar rodeado de gente...
y me he encontrado amigos para no estar solo.

6. Yo le había pedido a Dios ideas para convencer...
y me he encontrado espacio para convivir.

7. Yo le había pedido dinero para comprar cosas...
y me he encontrado personas para compartir mi dinero.

8. Yo le había pedido milagros para creer...
y él me ha dado fe para hacer milagros.

9. Yo le había pedido una religión para ganarme el cielo...
y él sólo me ha dado su Hijo para acompañarme por la tierra.

10. Yo le había pedido todo para gozar en la vida...
y él me ha dado la vida para que goce de todo.

11. Yo le había pedido ser un dios...
y él sólo pudo hacerme un hombre.
(José A. García Monge)

Judas


cuaresma liberadora


Amor


Abismo entre ricos y pobres


15 marzo 3º domingo cuaresma

San Juan 2, 13-25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

A Dios no se le compra con «sacrificios». «Jesús hablaba del templo de su cuerpo». El templo era el corazón de su religión. Jesús es el «nuevo templo».

Para quienes ven en Jesús el nuevo templo donde habita Dios, todo es diferente. Para encontrarse con Dios, no basta entrar en una iglesia. Es necesario acercarse a Jesús, entrar en su proyecto, seguir sus pasos, vivir con su espíritu.

En este nuevo templo que es Jesús, los verdaderos adoradores son aquellos que viven ante Dios «en espíritu y en verdad». La verdadera adoración consiste en vivir con el «Espíritu» de Jesús en la «Verdad» del Evangelio. Sin esto, el culto es «adoración vacía».

Las puertas de este nuevo templo que es Jesús están abiertas a todos. Nadie está excluido. Pueden entrar en él los pecadores, los impuros e, incluso, los paganos. El Dios que habita en Jesús es de todos y para todos. En este templo no se hace discriminación alguna. No hay espacios diferentes para hombres y para mujeres. Los únicos preferidos son los necesitados de amor y de vida.

Necesitamos iglesias y templos para celebrar a Jesús como Señor, pero él es nuestro verdadero templo. El templo deja de ser lugar de encuentro con el Padre cuando nuestra vida es un mercado donde sólo se rinde culto al dinero.

8 marzo 2º domingo cuaresma b


San Marcos 9,2-10
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: - Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas… Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: - Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.

Probablemente es el miedo lo que más paraliza a los cristianos en el seguimiento fiel a Jesucristo. En la Iglesia actual hay pecado y debilidad pero hay, sobre todo, miedo a correr riesgos.

Hay miedo a lo nuevo. El Concilio Vaticano II afirmó de manera rotunda que en la Iglesia ha de haber «una constante reforma». En estos momentos, lo que mueve a la Iglesia no es tanto un espíritu de renovación como un instinto de conservación.

Hay miedo para asumir las tensiones y conflictos que lleva consigo el buscar la fidelidad al Evangelio. Nos callamos cuando tendríamos que hablar. Se prohíbe el debate de cuestiones importantes para evitar planteamientos que pueden inquietar.

Hay miedo a la investigación teológica creativa. Miedo a revisar ritos y lenguajes litúrgicos que no favorecen hoy la celebración viva de la fe. Miedo a hablar de los «derechos humanos» dentro de la Iglesia. Miedo a reconocer prácticamente a la mujer un lugar más acorde con el espíritu de Cristo.

Hay miedo a anteponer la misericordia por encima de todo. Hay miedo a acoger a los pecadores como lo hacía Jesús. Difícilmente se dirá hoy de la Iglesia que es «amiga de pecadores», como se decía de su Maestro.

Da miedo escuchar sólo a Jesús. Es el mismo Jesús quien se acerca, los toca y les dice: «Levantaos, no tengáis miedo». Sólo el contacto vivo con Cristo nos podría liberar de tanto miedo.

Ante el Día Internacional de la Mujer Trabajadora 09

Un año más celebramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en recuerdo de aquellas 129 trabajadoras que murieron quemadas en un incendio, al parecer, provocado, en la fábrica “Cotton Textile Factory” en 1908, en el transcurso de una huelga donde se protestaba, entre otras cosas, por las condiciones laborales, se pedía aumento de los salarios, una reducción de la jornada laboral y el fin del trabajo infantil.

Estos hechos nos hacen mirar la situación de desigualdad e injusticia que muchas mujeres sufren hoy día, en nuestras ciudades y barrios, en nuestra Región de Extremadura, en nuestro país, en el mundo...

Queremos tener un reconocimiento en este día hacia tantas mujeres, de todas las edades, que entregando su vida, han sido protagonistas con sus luchas, para que la situación de la mujer avance de manera muy significativa en justicia e igualdad.

Queda, sin embargo, mucho camino por recorrer para que la igualdad sea una realidad. Basta echar una mirada rápida para ver que todavía existen diferencias, discriminación y violencia por razón del sexo.

La crisis económica, en la que los poderosos de este mundo nos han metido, azota sin piedad a las mujeres, especialmente a las jóvenes y a las mujeres inmigrantes.

En nuestra REGIÓN DE EXTREMADURA:
+ El paro, al día de hoy, es de 104. 878.
+ De las 178.600 mujeres, 60.235 se encuentran en paro. De ellas menores de 25 años, 7.687.
+ Ocupan las categorías más bajas y los sectores productivos de menor valor añadido: Empleadas de Hogar, servicio de limpieza.
+ Realizan doble jornada laboral al tener que atender, además, las tareas domésticas.
+ El colectivo, cada día más numeroso de personas mayores, está a cargo de la mujer, sin ser reconocido su trabajo.
+ La maternidad provoca graves situaciones de discriminación: despidos, etc.

El reconocimiento y la tutela de los derechos de las mujeres, depende de la manera de organizar el trabajo.

La Iglesia no podemos quedarnos impasibles ante estas situaciones injustas. Este día nos invita al compromiso, a la denuncia, a la reivindicación y a vivir nuevas experiencias que hagan verdad una nueva reorganización social donde prime: la cooperación sobre la competencia, la construcción sobre la destrucción, la igualdad sobre la desigualdad, la justicia sobre la injusticia, y el sentido comunitario sobre el autoritarismo e individualismo.

Retiro

Ayer domingo primero de cuaresma, nos reunimos en el Colegio de Ntra. Sra. de los Dolores unas cien personas para dedicar la tarde a la reflexión, la oración y para celebrar la penitencia y la eucaristía. Profundizamos en lo que significa la conversión, fijándonos en la conversión de San Pablo.

sin palabras


Opciones ante la vida