En este día los cristianos nos unimos a este deseo y a esta necesidad de Paz que tiene todo ser humano. La paz es fruto de la justicia, por eso nuestra manera de orar implica una manera de vivir, de situarnos ante la situación de desigualdad e injusticia. Por eso Jesús nos enseñó a orar de una forma parecida a esta:
Padre nuestro
(Para completar cada vez que lo reces)
PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves enfrentados.
NUESTRO: de todos, de los más de 6.000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea la edad, el color o el lugar de nacimiento.
QUE ESTÁS EN EL CIELO: y en la tierra, en cada hombre, en los humildes, y en los que sufren, que estás en _______________
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO: el de la paz, el de la justicia, el del amor. Y aleja de nosotros los reinos de la tiranía y de la explotación.
HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes: en el cielo, y en la tierra; que los poderes de este mundo no sean obstáculo para tus deseos.
DANOS EL PAN DE CADA DÍA que está amasado con justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de la discordia, que provoca envidia y división.
DÁNOSLE HOY porque mañana puede ser tarde, la guerra amenaza cada día; cada día necesitamos fuerza para lograr la paz.
PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas: sin rencores, sin condiciones, sin cansarte nunca, olvidando completamente la ofensa, queriéndonos a pesar de nuestros fallos.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar cosas que no necesitamos, de pensar que es nuestro lo que otros necesitan para vivir, de mirar con recelo al que tenemos enfrente, no nos dejes caer en la tentación de _____________
LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA: de las armas, del poder, de la sociedad de consumo, del engaño y la publicidad,
líbranos de _____________
porque somos muchos, Padre, los que queremos vivir en paz.
Amén, que así sea.
Padre nuestro
(Para completar cada vez que lo reces)
PADRE, que miras por igual a todos tus hijos a quienes ves enfrentados.
NUESTRO: de todos, de los más de 6.000 millones de personas que poblamos la tierra, sea cual sea la edad, el color o el lugar de nacimiento.
QUE ESTÁS EN EL CIELO: y en la tierra, en cada hombre, en los humildes, y en los que sufren, que estás en _______________
SANTIFICADO SEA TU NOMBRE: pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.
VENGA A NOSOTROS TU REINO: el de la paz, el de la justicia, el del amor. Y aleja de nosotros los reinos de la tiranía y de la explotación.
HÁGASE TU VOLUNTAD siempre y en todas partes: en el cielo, y en la tierra; que los poderes de este mundo no sean obstáculo para tus deseos.
DANOS EL PAN DE CADA DÍA que está amasado con justicia, con amor. Aleja de nosotros el pan de la discordia, que provoca envidia y división.
DÁNOSLE HOY porque mañana puede ser tarde, la guerra amenaza cada día; cada día necesitamos fuerza para lograr la paz.
PERDÓNANOS, no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas: sin rencores, sin condiciones, sin cansarte nunca, olvidando completamente la ofensa, queriéndonos a pesar de nuestros fallos.
NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN de almacenar cosas que no necesitamos, de pensar que es nuestro lo que otros necesitan para vivir, de mirar con recelo al que tenemos enfrente, no nos dejes caer en la tentación de _____________
LÍBRANOS DEL MAL QUE NOS AMENAZA: de las armas, del poder, de la sociedad de consumo, del engaño y la publicidad,
líbranos de _____________
porque somos muchos, Padre, los que queremos vivir en paz.
Amén, que así sea.
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