San Fulgencio merece que le dediquemos nuestro recuerdo. Desde 1223 en la villa de Berzocana, pueblo de nuestra diócesis cercano a Guadalupe, se vereran los restos de San Fulgencio y su hermana Santa Florentina, ambos patrones de nuestra diócesis. Sus orígenes en una familia acomodada (su madre era hija del rey ostrogodo Teodorico) no impidió que en ese hogar se aprendiera a amar a Dios. Cuatro de los hermanos ocupan un sitio en el santoral de la Iglesia Católica. No le tocaron vivir tiempos fáciles, pues el arrianismo estaba muy presente en aquella época, pero
él no sólo supo mantenerse fiel a la fe, sino que cooperó con su hermano San Leandro a la conversión de los godos. Ambos hicieron que se convirtiese al catolicismo San Hermenegildo, hijo del rey Leovigildo. Su influencia puede quedar a la sombra de sus hermanos, pero algo tendría que ver con la educación de su hermano menor San Isidoro, pues éste se miraba en el ejemplo de sus hermanos mayores. Pronto los fieles se fijaron en las cualidades de San Fulgencio que propusieron como obispo de Cartagena y más tarde de Écija.
él no sólo supo mantenerse fiel a la fe, sino que cooperó con su hermano San Leandro a la conversión de los godos. Ambos hicieron que se convirtiese al catolicismo San Hermenegildo, hijo del rey Leovigildo. Su influencia puede quedar a la sombra de sus hermanos, pero algo tendría que ver con la educación de su hermano menor San Isidoro, pues éste se miraba en el ejemplo de sus hermanos mayores. Pronto los fieles se fijaron en las cualidades de San Fulgencio que propusieron como obispo de Cartagena y más tarde de Écija. Quien fue pastor bueno nos proteja y nos ayude para que imitándole seamos capaces de ser testigos de Jesús en este tiempo concreto que vivimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario