El ángelus, una oración navideña que rezamos todo el año.

Todo empezó en Nazaret. “El ángel del Señor anunció a María”. El ángel le dijo a María: “Alégrate, llena de gracia… concebirás y darás a luz un hijo… que se llamará Hijo de Dios”.

En esta modesta casa de Nazaret, una mujer es llamada a ser Madre de Dios. Ahí empieza la Navidad. Por eso el 25 de marzo la Iglesia celebra la solemnidad de la Anunciación del Señor. Nueve meses más tarde, el 25 de diciembre, celebramos su nacimiento.

En la sencillez de aquel lugar, y en el recogimiento de la oración María respondió al ángel: “He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra”. Y aquel anuncio se hizo realidad: “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”.
Ahora ese Dios al que nadie ha visto nunca, se ha convertido en Dios-con-nosotros. Este es el misterio que celebramos en Navidad: la Encarnación del Hijo de Dios, para alegrarse con los que se alegran, llorar con los que están tristes y sufrir con los que sufren.

Cada día del año, a las 12,00h, al mediodía, rezamos esta sencilla oración que nos recuerda la primera Navidad. También nos ayuda a vivir el agradecimiento hacia ese acontecimiento del Dios hecho hombre.

La oración del ángelus, se reza de la siguiente manera:

- El ángel del Señor anunció a María…
- Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo… Dios te salve María...

- He aquí la esclava del Señor…
- Hágase en mí según tu palabra… Dios te salve María…

- El verbo se hizo carne…
- Y habitó entre nosotros… Dios te salve María…

Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos por su pasión y su cruz a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

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