LA ROSA Y EL SAPO

Había una vez una rosa roja muy atractiva y bonita. Se sentía orgullosa al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente le miraba de lejos.
Un día descubrió que junto a ella siempre había un sapo grande y oscuro y que por eso nadie se le acercaba.
Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo:
- Está bien, si así lo quieres...
Poco tiempo después el sapo pasó por el lugar donde estaba la rosa y se sorprendió al verle totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos.
Le dijo entonces:
-¿Que te pasa?
La rosa contestó:
-Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca he vuelto a ser la misma.
El sapo le contestó:- Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía las hormigas y por eso siempre eras la más bonita del jardín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonito mensaje para quienes piensan, falsamnente, no necesitar en esta vida la ayuda de los demás.