"Venid benditos de mi Padre... porque tuve sed y me dísteis de beber, estuve enfermo y me visitásteis, estuve en la cárcel y fuísteis a verme". Mt 25,34-36.La campaña institucional 2006-2008 de CÁRITAS se presenta bajo el LEMA "Los derechos humanos son universales. Las oportunidades deberían serlo", con la intención de seguir profundizando sobre la dificultad de acceso y reconocimiento de los derechos humanos a las personas que viven en situaciones de pobreza y vulnerabilidad en nuestro mundo.
Para el tiempo de Navidad 2007 la campaña nos propone que reflexionemos sobre el derecho a la SALUD, un bien universal entendido no solamente como ausencia de enfermedad, sino como un bienestar global que afecta a todas las dimensiones de la persona. Desde Cáritas queremos poner de manifiesto que muchos de los problemas de salud tienen sus raíces en las desigualdades sociales y económicas que sufren las dos terceras partes de la población del mundo y que el acceso a la salud para quienes ya viven excluídos o en situaciones de vulnerabilidad es mucho más difícil y se convierte en un bien de lujo. La salud es una de las condiciones más importanes de la vida humana y por ello tendría que estar garantizado el acceso a las oportunidades de todas las personas a alcanzar una vida sana, sin enfermedades y sufrimientos evitables ni mortalidad prematura.
- La salud precaria es tanto una causa como una consecuencia de la pobreza. La enfermedad puede reducir las economías familiares, la capacidad de aprendizaje, la productividad y la calidad de vida, con lo que crea o perpetúa la pobreza.
- El mejoramiento de la salud puede prevenir la pobreza, genera mayor riqueza distribuída de forma más equitativa, porque aumenta el capital humano y social y la productividad. Esto es tan importante que es necesario concentrar los recursos en mejorar y proteger la salud de los más pobres, de los más vulnerables.
- En nuestra sociedad hay colectivos que presentan mayores factores de riesgo sobre la salud. Son aquellos grupos de personas cuya situación de exclusión social les lleva a la pérdida de capacidad para el ejercicio de la ciudadanía y la participación en los distintos ámbitos de la vida social.
A pesar de la cobertura universal de la asistencia sanitaria en nuestro país, los grupos sociales con menos recursos económicos y niveles de educación y formación bajos utilizan menos los servicios sanitarios preventivos y presentan sistemáticamente mayores riesgos de enfermedad y muerte que los que cuentan con mayores recursos. Disfrutan de un peor estado de salud, sufren más enfermedades crónicas y limitantes y tienen estilos de vida más nocivos.
Debemos COMPROMETERNOS a promover la salud como un elemento esencial para el desarrollo económico y social y ayuda a evitar desigualdades en salud. Debe tener en cuenta las necesidades específicas de las personas y contar con su participación a nivel individual y comunitario. Tomar conciencia sobre las dificultades de acceso a la salud para las personas EXCLUÍDAS socialmente y más vulnerables es un paso importante. Además:
- Se debe priorizar la educación para la salud frente a la atención asistencial.
- Debemos promover acciones encaminadas a generar relaciones humanas más saludables.
- Las políticas de salud pública deben invertir en prevención y formación sanitaria de la población más DESFAVORECIDA.
- Se debe aumentar la cobertura en salud buco-dental para las personas con menos recursos.
- Debemos pedir servicios comunitarios para personas con problemas de salud mental.
- Se deben mejorar los servicios sociales y sanitarios para las personas en situación de dependencia de los colectivos más desfavorecidos, asegurando una atención permanente y no sólo temporal.
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