V domingo de Pascua

NO DESVIARNOS DE JESÚS

Jesús es la «vid verdadera», llena de vida; los discípulos son «sarmientos»; el Padre es el «viñador» que cuida personalmente la viña para que dé fruto abundante.

Hay sarmientos secos por los que no circula la savia de Jesús. Discípulos que no dan frutos porque no corre por sus venas el Espíritu del Resucitado.

La vida de los discípulos es estéril «si no permanecen» en Jesús. La forma en que viven su religión muchos cristianos, sin una unión vital con Jesucristo, no subsistirá por mucho tiempo.

Ser cristiano exige hoy una experiencia de encuentro con Jesucristo, un conocimiento interior de su persona y una pasión por su proyecto.

Todos somos «sarmientos». Sólo Jesús es «la verdadera vid». Lo decisivo en estos momentos es «permanecer en él»: alimentar nuestras vidas con la oración, la Palabra de Dios y los sacramentos, el contacto vivo con él; no desviarnos de su proyecto.

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