Ascensión del Señor. Mirando al cielo. 24 mayo

«Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?».

Se trata de corregir la actitud equivocada de algunos creyentes. No es el momento de permanecer pasivos mirando al cielo, sino de comprometerse activamente en la construcción del reino de Dios.

A los cristianos se nos ha acusado muchas veces, y con razón, de estar demasiado atentos al cielo futuro, y poco comprometidos en la vida presente.

Hoy quizás las cosas han cambiado: no se si acertamos en nuestro compromiso, pero ciertamente, son bastantes los cristianos que han dejado de mirar al cielo.

Ignorar a Dios no da una mayor eficacia a nuestra acción social y política. Obsesionados por el logro inmediato de bienestar, atraídos por pequeñas y variadas esperanzas, atrapados en la rueda del trabajo y el consumo, quizás necesitamos que alguien nos grite:
«Creyentes, ¿qué hacéis en la tierra sin mirar nunca al cielo?».

Mirar al cielo es recordar que los seres humanos no podemos darnos todo lo que andamos buscando. Y creer que nuestros esfuerzos y compromisos no se perderán en el vacío. Porque al final de la vida no nos encontraremos sólo con los logros de nuestro trabajo sino con el regalo del amor de Dios.

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