Algunos jóvenes moteros de Guareña fueron a interesarse por el acontecimiento que celebramos; les agradecemos su visita y su interés. Nos pidieron una foto, y lo prometido es deuda. Aquí estáis, muy bien puestos en vuestras motos. Un saludo.
El rincón de los más pequeños, donde jugaron con la arena, el mejor juguete para los niños, siempre bajo la atenta mirada de los mayores que están pendientes a sus movimientos.
Empezando por el final, el encuentro ha sido de las parroquias de la zona, Cristina, Manchita, Ruecas, las cuatro parroquias de Don Benito y Guareña, ha terminado compartiendo lo que ha llevado la gente para volver a casa y no tener que cenar. Ha sido muy positivo el poder encontrarnos de nuevo los que ya nos conocemos y tratar con personas que no habíamos conocido.
Se pusieron las mesas y enseguida el compartir. El tiempo estuvo fenomenal, ya que no nos tuvimos que proteger del sol. La sombrilla natural de las nubes y una temperatura ideal. Alguna amenaza de lluvia que nos asustó un poco en algunos momentos, pero nada grave. Bueno hubiera sido un buen chaparrón, que el campo lo necesita.
Se pusieron las mesas y enseguida el compartir. El tiempo estuvo fenomenal, ya que no nos tuvimos que proteger del sol. La sombrilla natural de las nubes y una temperatura ideal. Alguna amenaza de lluvia que nos asustó un poco en algunos momentos, pero nada grave. Bueno hubiera sido un buen chaparrón, que el campo lo necesita.
Ha sido una merienda cena muy cumplida, porque el menú ha sido a la carta, una carta de lujo. Y es que la gente suele esmerarse en estas ocasiones. Todo parece poco para ofrecer a los demás. La acogida que Guareña ha ofrecido a todos ha sido muy valorada. El lugar ha gustado mucho.
Antes de este momento ha habido otro momento para celebrar juntos la eucaristía, que es lo principal que nos une a los cristianos. Presidida por los sacerdotes de las diversas parroquias de donde viene la gente: en total han estado siete sacerdotes. Algunos aparecen revestidos para la celebración otros hemos estado atendiendo a los cantos, con la gente y otras tareas de organización, para que todo saliera lo mejor posible.
La ermita de San Isidro estaba llena, los más pequeños muy cerca de la mesa del altar. Agradecemos a la Hermandad de San Isidro Labrador de Guareña, que nos han tenido preparado el lugar y las mesas para la merienda-cena. Agradecemos también a la Policía Municipal que han estado atentos a lo que pudieramos necesitar.
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